El diciembre pasado participé, junto con otras madres, en un taller con niñas y niños de Lavapiés organizado por Poder Migrante y Dragones de Lavapiés de creación de audiocuentos. Nos organizamos para crear un espacio en el que niños y niñas del barrio creasen sus historias y las grabásemos después. Desparramaron sus ideas, sus miedos, sus alegrías.

Fue un encuentro precioso en el que salieron relatos increíbles.

En uno de ellos, unos chavales, cansados de las peleas y suciedad del Casino de la Reina, deciden convertir este lugar en el parque acuático más grande del mundo. En otro, unos buenos amigos encuentran un dragón muerto en la plaza Nelson Mandela. Por otro lado, el barrio también es escenario de una rocambolesca historia entre un marciano, un orco y una asesina, o las aventuras de Álex, el perro portero. Las participantes más mayores, se inventaron una historia adolescente inspirada en Catwings, de Ursula K. le Guin.

Todos los audiocuentos representativos de la realidad del barrio de Lavapiés que claman por el derecho al juego y al disfrute. Pero también lanzan deseos de amistad, diversión y celebración de la diversidad. Por más sueños de dragones y orcos, y por supuesto, amigos para siempre.